Desde hace varias décadas existe la opción de ejercer la cirugía segura en múltiples hospitales del mundo. La laparoscopía, por ejemplo, fue desarrollada desde hace ya casi cuarenta años. Sin embargo, hoy en día ésta no se ha vuelto una norma en la práctica médica de nuestro país. En realidad, está lejos de serlo. De todas las cirugías abdominales que suceden en nuestro territorio, sólo un tercio se hace a través de laparoscopía.

¿Por qué si existen opciones viables de tratamiento de mínima invasión, no hemos llegado a que se vuelvan la norma? ¿A qué se debe esta circunstancia?

Cirugía de mínima invasión vs cirugía tradicional

La cirugía de mínima invasión tiene mayores beneficios frente a la cirugía tradicional abierta en varios sentidos. Primordialmente, la invasión del cuerpo del paciente es mucho menor y, por lo mismo, es mucho más baja la posibilidad de que éste sufra de complicaciones a causa del procedimiento. Además, los tiempos de recuperación son considerablemente más cortos. Es una contradicción que en un momento histórico como el actual, en el que existen tratamientos quirúrgicos que minimizan el daño al organismo favoreciendo la recuperación más temprana, mantengamos prácticas que tienen un margen de daño potencial más grande y son susceptibles de producir complicaciones más serias. Todas las personas merecen acceso al mejor tipo de atención médica y, sobre todo, a que se procure el bienestar de sus cuerpos.

Lamentablemente, un motivo por el que las cirugías tradicionales son una norma es que muchos médicos cirujanos no han tenido oportunidad de entrenarse en nuevas técnicas de mínima invasión. Esto debido a que en nuestro país los programas formales de cirugía mínimamente invasiva son la excepción, y no es fácil acceder a los mismos.  Además, muchas veces existe cierta aversión a seguir protocolos tan precisos como los que requiere la laparoscopía, por poner un ejemplo. En este tipo de procedimientos es imperativo atenerse a reglamentaciones y seguir los pasos del procedimiento al pie de la letra. Esto define  el concepto de cirugía segura: la sistematización de la técnica. Por otro lado, existe resistencia   a tener que pasar por un proceso de reaprendizaje tan riguroso en el que, además, no existe campo para la improvisación.

Se necesitan mejores políticas públicas de salud

Es momento de que dejemos de conformarnos con una forma de hacer las cosas que no es la óptima. Todos los pacientes de México merecen la mejor atención posible. Cualquier tipo de intervención quirúrgica puede tener efectos mayores sobre el bienestar de nuestros pacientes. La responsabilidad de un médico es llevarla a cabo de la forma más segura posible. Y es también una responsabilidad a nivel de políticas públicas el permitir que la cirugía segura sea práctica común.

Una idea que ha impedido que la cirugía segura sea una norma médica es que existen varios mitos que no se calzan con la realidad sobre este tipo de procedimientos. Uno de los más nocivos es que es “más costoso” hacer una cirugía mínimamente invasiva que una cirugía tradicional abierta. Ésta es una visión sesgada. Si bien los costos de una cirugía laparoscópica pueden ser altos a nivel de equipo, en realidad su costo neto es mucho menor que el de una cirugía tradicional, si tomamos en cuenta el índice de complicaciones, la incapacidad física que estas provocan, y el prolongado tiempo de incapacidad física asociado a cirugía abierta

Con el solo hecho de considerar que el proceso de recuperación es mucho más corto que el de una cirugía abierta, y que las complicaciones en el mismo son mínimas, se revela que el costo económico puede ser mucho menor. Además de esto, la cirugía segura, como su nombre lo indica, tiene índices de riesgo menores preservando el bienestar del paciente. La tasa de mortandad relacionada a este tipo de cirugías tiende a ser cero. El costo de una vida humana, sin duda alguna, es mucho mayor que los potenciales gastos de quirófano de un tratamiento seguro.

Hagamos los esfuerzos necesarios para que la cirugía segura se propague a través de nuestro país a través de la educación quirúrgica. Demandemos este servicio de nuestros hospitales públicos. Es el derecho de todas las personas que su salud sea procurada. Los organismos menos invadidos quirúrgicamente    son cuidados  con respeto y responsabilidad.

Una gran alternativa

The Surgery Hub es una plataforma de educación que tiene como objetivo que cada día, un mayor número de cirujanos en el mundo, especialmente en Latinoamérica, estandaricen sus prácticas, apegándose a las guías y recomendaciones internacionales en cirugía segura.