Uno de los preceptos principales de la cultura de cirugía segura es llevar a cabo procedimientos de mínima invasión sobre el cuerpo de nuestros pacientes. Desde el siglo XX, las intervenciones por laparoscopía demostraron que el tamaño de la incisión no es proporcional a la calidad de la intervención quirúrgica, sino que, al contrario, los pacientes reciben grandes beneficios al ser sujetos a una cirugía sin necesidad de sufrir una incisión severa.
Tan sólo 3 mm
En la década de los ochenta, algunos pioneros de la cirugía de mínima invasión como Alfred Cuschieri, Peter Goh y Michelle Gagner decidieron incursionar en un método que redujo el grosor de los instrumentos de la cirugía laparoscópica al máximo posible. Mientras que el instrumental de la cirugía laparascópica tradicional tiene grosores que van desde los 5 a los 10 mm, los de este nuevo procedimiento serían de tan sólo 3 mm de grosor. Pronto se llegó a conocer a esta práctica como minilaparoscopía y a la fecha podemos entenderla como uno de los pilares de la cultura de la cirugía segura.
Por algunos años después de su invención, la minilaparoscopía pasó a caer en desuso puesto que el instrumental de ese entonces estaba compuesto de materiales frágiles y poco duraderos, además de que los tejidos no podían manipularse con la precisión deseada. Sin embargo, con la llegada del nuevo milenio, se desarrolló la así llamada “cirugía laparoscópica con puerto único” y con ella aparecieron nuevos instrumentos de alta calidad que nos han permitido ejercer la minilaparoscopía con resultados de excelencia.
Mínima invasión
La minilaparoscopía es un método quirúrgico de mínima invasión por varios motivos. En primera instancia, el trauma que produce la incisión es mínimo, lo cual permite una recuperación pronta por parte del paciente y reduce la posibilidad de infección postoperatoria. Además, la incisión es de un tamaño tan reducido que la cicatriz remanente es prácticamente nula. Si bien en una laparoscopía tradicional ya hay una reducción en el impacto que un procedimiento quirúrgico tiene sobre el cuerpo del paciente, en una minilaparoscopía este margen de invasión se reduce a un mínimo.
Como cirujanos, también podemos encontrar múltiples ventajas en el uso de la minilaparoscopía. Una gran ventaja de este método sobre su predecesor es que la sombra óptica que produce el instrumental de la minilaparoscopía es muy reducida. Esto nos permite tener un campo de visión muy claro. Además, el hecho de que tengamos acceso a instrumentos de un grosor tan reducido permite que la cámara del laparascopio pueda aproximarse en buena medida a nuestro objetivo y nos brinda una visión muy clara de la anatomía quirúrgica. Por obvias razones, esto nos permite llevar a cabo el procedimiento quirúrgico con gran seguridad, puesto que tenemos una perspectiva muy clara de los efectos de cada paso de la cirugía.
Otra gran ventaja de este tipo de cirugía es que los instrumentos que empleamos no tienen ni válvulas ni fricción. Por lo mismo, contamos con la certeza de que los movimientos que efectuemos con ellos serán precisos y que no habrá daños innecesarios en el cuerpo de nuestros pacientes.
Procedimientos quirúrgicos
Es muy amplio el alcance de este tipo de cirugía de mínima invasión. En gran medida, la minilaparoscopía es utilizada cotidianamente en procedimientos como la apendicetomía, la colecistectomía y la operación de hernias inguinales y hernias de pared. Sin embargo, es necesario que tengamos la claridad de que cualquier cirugía que se hace por laparoscopía también puede llevarse a cabo por minilaparoscopía a través de prácticamente las mismas técnicas con mínimas alteraciones. Además, la minilaparoscopía también puede ser muy exitosa en el tratamiento de casos complejos. Ha sido utilizada con éxito para el tratamiento de hernias hiatales, peritonitis y vesículas inflamadas, lo cual comprueba la versatilidad de este refinado procedimiento.
Hoy en día la minilaparoscopía es un procedimiento seguro y eficiente, el cual nos presenta con una infinitud de posibilidades para mejorar nuestros procedimientos quirúrgicos. Está demostrado científicamente que estas intervenciones son eficientes y mínimamente invasivas. Fortalezcamos su difusión y unámonos a la revolución de la cirugía segura.