La tecnología crece exponencialmente y, con ella, los modelos que tenemos para entender el mundo y para ejercer nuestras profesiones. Desde hace varios años, el uso de simuladores se ha vuelto básico en medios que requieren la ejecución de tareas complejas, por lo que los aspirantes a estos roles deben de desarrollar ciertas habilidades antes de poner sus conocimientos en práctica.
En los años cincuenta, por ejemplo, esto se volvió una norma en el mundo de la aviación, donde hasta la fecha es necesario que los pilotos cumplan con cierto número de horas de entrenamiento antes de llevar a cabo trayectos más demandantes.
Sin embargo, esta no ha sido la norma en el medio de la medicina y es sólo hasta los años recientes que ha ido creciendo la popularidad del uso de los simuladores en la pedagogía quirúrgica.
El método didáctico por excelencia en este medio es el modelo halstediano, que se enfoca en la enseñanza directa de un médico al residente como una especie de oficio. Esto implica que muchos residentes aprendan y desarrollen sus destrezas técnicas trabajando sobre el cuerpo de los pacientes, lo cual conlleva a escenarios de aprendizaje de alto estrés y puede poner en riesgo la salud integral de la persona sobre quien se está llevando a cabo la intervención.
A causa de esto, la enseñanza a través de simuladores se perfila cada vez más como una opción ideal para la pedagogía médica, puesto que es más amable hacia los médicos residentes, no pone los cuerpos de ninguna persona en riesgo, y muchos de ellos han demostrado ser tan efectivos en nutrir tanto las destrezas técnicas como sociales que podría requerir un cirujano.
Además, existen también algunos modelos específicos para las distintas subespecialidades.
Gama de simuladores
Lo común en el medio médico es que hagamos una distinción entre los tipos de simuladores que hay de acuerdo con la fidelidad con la que recrean las cualidades de un cuerpo humano. Por ello, la distinción más común que utilizamos para esto es la de simuladores de baja u alta fidelidad.
La gama más amplia de simuladores que existe son los simuladores de mesa, y entre ellos hay opciones con fidelidades baja, media, y alta. Sin embargo, es muy importante que tomemos nota que esto no significa que unos sean menos confiables que otros, simplemente se refiere al realismo con el que se asemejan a la anatomía humana.
Un claro ejemplo de esto es el simulador desarrollado por la Dra. Ashley Kingston del Royal Hospital for Women and University of New South Wales de Australia con tejidos recreados a partir de calabazas. Este aparato, por supuesto, podrá sonar rudimentario. Sin embargo, es replicable en múltiples contextos y se ha confirmado su efectividad como método de enseñanza de procedimientos complejos como la histeroscopía.
También hay simuladores parecidos enfocados en técnicas específicas de cirugía de mínima invasión. Se han desarrollado modelos de bajo costo para el desarrollo de las principales habilidades requeridas para la laparoscopía, los cuales son eficientes, portátiles, y asequibles. Algunos de ellos no requieren más que una caja acondicionada, una cámara, una fuente de luz, y el instrumental laparoscópico. Con esta reducida serie de elementos, el residente puede aprender habilidades finas para corte, sutura, y anudado sin necesidad de practicarlas en ningún ente vivo.
Uno de los simuladores más populares de este estilo es el MISTELS (McGill Inanimate System for Training and Evaluation of Laparoscopic Skills), en el que se establecen una serie de cinco tareas que el usuario debe de llevar a cabo para perfeccionar sus capacidades técnicas. Este sistema se ha destacado por la gran confiabilidad de su sistema de evaluación de las destrezas de los residentes.
Existen, a su vez simuladores de mesa más desarrollados pero que ya muestran una gran semejanza con la anatomía humana, a pesar de que son bastante costeables. Tal es el caso del BOPT (Berliner Operation Trainer), en el que a través de una maqueta que representa un abdomen humano, los cirujanos en formación pueden conocer a profundidad el aparato gastrointestinal e incluso dominar técnicas complejas como la de la anastomosis intestinal.
Hay, por último, simuladores de mesa de alta fidelidad que pueden proveer una experiencia más cercana a la de operar un cuerpo humano, como lo es el modelo ELITE (Endoscopic-Laparoscopic Interdisciplinary Training Entity). Dado su compromiso con el realismo, este modelo tiene la ventaja de que se presenta como un cuerpo femenino con órganos sintéticos intraabdominales. Una de las grandes ventajas de este sistema es que además de fortalecer las habilidades de los cirujanos en habilidades requeridas para la laparoscopía es que también es una plataforma única para el entrenamiento de cirugía endoscópica a través de orificios naturales.
Realidad virtual
Más allá de los simuladores de mesa, hoy en día se están fortaleciendo dos áreas de desarrollo para el uso de este tipo de tecnologías pedagógicas: los simuladores de realidad virtual (VR) y los telesimuladores.
Ambas ramas han crecido con rapidez a lo largo de los últimos años. En cuanto a los primeros, ya se han desarrollado programas para la cirugía de mínima invasión —tal es el caso de LapSim y LAP Mentor— que se han demostrado eficaces, además de que reducen la cantidad de recursos humanos necesarios para seguir el progreso e interpretar el resultado de los ejercicios realizados por los cirujanos en entrenamiento.
Por otro lado, los telesimuladores —los cuales se han probado invaluables durante la crisis del COVID-19— se han desarrollado ingeniosamente complementando apps como Full-Code, software libre, y guiones de simulacro para fortalecer tanto las habilidades técnicas como psicosociales que requieren los residentes para poder llevar a cabo una cirugía de manera óptima.
Así como el mundo de la medicina, la tecnología y la ciencia, el mundo de los simuladores crece cada día más hacia nuevos horizontes. Se ha probado que existe una gran gama de modelos que pueden formar múltiples subespecialidades médicas de manera óptima, sin importar el realismo con el que se asemejen a la fisionomía humana. ¿Existe razón para que siga el entrenamiento fino de los cirujanos sobre cuerpos de pacientes?
darkmarket url world market link [url=https://torrez-onion.com/ ]alphabay darknet market [/url]